Dr. Carlos E. Aranda Flores
Vocal por la Asamblea de Consejos de Especialidades Médicas
Desde épocas antiguas, el médico ha desarrollado una profunda dedicación al conocimiento, adquiriendo habilidades y destrezas con el fin de ayudar a la población a mantener o recuperar su salud. Desde el Código de Hammurabi (1800 a.C.), que regulaba el ejercicio de la medicina, del cobro de las visitas a las penas aplicadas en caso de diagnósticos o tratamientos incorrectos, hasta el siglo XI, cuando Fernando, Rey de Castilla, estableció que nadie podía ejercer la medicina sin ser aprobado por otros médicos y obtener una carta que lo certificara. Los aztecas también reglamentaban la medicina mediante cuatro consejos que requerían autorización gubernamental, y Nezahualcóyotl emitió un código sanitario al respecto.
Con esta base histórica, la medicina moderna ha estandarizado la certificación de profesionales de la salud para mantener un nivel académico acorde con la evolución de la sociedad y los avances científicos, beneficiando a la población.
El CONACEM ha evolucionado para mantener los más altos estándares de ética, transparencia y rigor académico en la certificación y recertificación de médicos especialistas. Esta tarea, llena de retos y oportunidades, implica evaluar con justicia a sus pares dentro de un marco de valores y conceptos científicos y académicos para el mejor desempeño de la especialidad médica.
Una gran virtud del CONACEM es su liderazgo y reconocimiento por parte de organismos del gobierno federal, Academias, sociedades y colegios de las diferentes especialidades; además promueve la educación médica continua y privilegia la competencia armónica, la cultura de la diversidad y el valor de la inclusión. Los 47 Consejos de Especialidades Médicas y miembros de la junta de gobierno del CONACEM, integrados por médicos especialistas que trabajan de manera ordenada y desinteresada, buscan una mejora continua para proporcionar una atención médica adecuada y de calidad.
“Si no se evalúa, no hay conocimiento.”
