navigate_before
navigate_next

EDICIÓN

MAYO - AGOSTO 2025

NÚMERO 12


EL MUNDO DE LA CERTIFICACIÓN

Del paciente real a la simulación:

Transformación de la fase práctica del examen de certificación en Cirugía Pediátrica

Simulación clínica e IA en educación médica

Dr. José Asz Sigall

Presidente del Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica


Introducción

La evaluación de competencias en el ámbito médico ha evolucionado de manera notable en las últimas décadas, impulsada por el compromiso con la seguridad del paciente, la calidad de la atención y el rigor científico en los procesos de certificación. En este contexto, el Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica (CMCP) ha emprendido una transformación profunda de la fase práctica de su examen de certificación, al migrar del uso de pacientes reales hacia un modelo estructurado con simulación de alta fidelidad, modelos biológicos y pacientes estandarizados.

Este nuevo enfoque posiciona al CMCP como uno de los pioneros en nuestro país en la evaluación de competencias psicomotoras y socio-afectivas dentro de un proceso de altas consecuencias. Con ello, el Consejo se alinea a las mejores prácticas internacionales en evaluación médica y marca un precedente como referente nacional en innovación evaluativa para otros Consejos de Especialidades Médicas.

Justificación del cambio

El uso de pacientes reales en contextos evaluativos plantea dilemas éticos y legales, además de dificultades operativas. Exponer a un niño enfermo a intervenciones quirúrgicas con fines de certificación, aunque supervisadas, representa una tensión entre la formación profesional y la protección de los derechos del paciente. Además, la variabilidad clínica, la falta de control de condiciones y la dificultad para repetir escenarios comprometen la validez y confiabilidad de la evaluación. 1, 2

En respuesta, el CMCP ha desarrollado una estrategia basada en simulación, que permite recrear situaciones clínicas realistas y estandarizadas, sin riesgo para los pacientes y bajo condiciones reproducibles. Este enfoque fortalece el valor técnico, ético y educativo del examen, asegurando una medición objetiva del desempeño clínico de los aspirantes. 3, 4

Simulación clínica e IA en educación médica

El nuevo modelo

La nueva fase práctica se ha estructurado mediante un modelo híbrido de examen clínico objetivo estructurado (OSCE) y evaluación objetiva estructurada de habilidades técnicas (OSATS), compuesto por cuatro estaciones que evalúan:

  • Habilidades psicomotoras en cirugía abierta (OSATS)
  • Habilidades laparoscópicas básicas (OSATS)
  • Manejo integral del paciente politraumatizado (OSCE)
  • Comunicación de malas noticias a padres de un paciente con complicación quirúrgica (OSCE)

Cada estación fue diseñada para evaluar competencias clínicas específicas, integrando juicio diagnóstico, habilidades técnicas, toma de decisiones, seguridad del paciente y, particularmente, capacidades comunicativas y socioemocionales.

El uso de modelos biológicos no vivos (por ejemplo, tejido porcino), las cajas entrenadoras de laparoscopía y los simuladores electrónicos de alta fidelidad permiten reproducir escenarios clínicos con el realismo adecuado para la evaluación de diferentes competencias. Por su parte, los actores entrenados como pacientes estandarizados introducen la dimensión humana indispensable para valorar la capacidad del aspirante de establecer una relación médico-familia significativa.

Innovación en la evaluación de competencias socio-afectivas

Una de las principales innovaciones de este modelo es la incorporación de una estación centrada en la comunicación de malas noticias a los padres de un paciente pediátrico. Este tipo de interacción representa uno de los desafíos más sensibles de la práctica médica, ya que no exige solo claridad conceptual, sino también empatía, contención emocional y ética profesional. 5, 6

El Consejo se vuelve pionero en integrar formalmente la evaluación de competencias socio-afectivas en un proceso de certificación. Este enfoque reconoce que el cirujano pediatra además de operar con precisión, comunica, consuela, acompaña y toma decisiones compartidas con las familias de sus pacientes.

La estación se desarrolla con guiones estructurados y actores formados para responder de forma estandarizada, permitiendo evaluar con objetividad aspectos como: comunicación de malas noticias, manejo del mensaje, validación de emociones, manejo del silencio y expresión de empatía. La calificación se basa en rúbricas previamente validadas, aplicadas por evaluadores entrenados en observación clínica estructurada.

Simulación clínica e IA en educación médica

Impacto y proyección

La implementación de esta nueva fase práctica ha tenido un impacto significativo. Se ha fortalecido la calidad técnico del examen, eliminando los riesgos éticos y legales derivados del uso de pacientes reales y promovido un entorno de evaluación más justo, estandarizado y centrado en el desempeño real del aspirante. Evaluadores y sustentantes han destacado el profesionalismo del proceso y su enfoque humanista.

Esta experiencia ofrece un modelo replicable para otros Consejos de Especialidades Médicas que buscan actualizar sus procesos de certificación, integrando el paradigma de la medicina centrada en el paciente.

Conclusión

La transición del modelo tradicional con pacientes reales hacia una evaluación basada en simulación y pacientes estandarizados constituye un hito en la historia del Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica. Esta transformación responde a exigencias éticas, legales, científicas y educativas, fortaleciendo la validez, confiabilidad y pertinencia del proceso de certificación.

Al asumir un rol pionero en la evaluación de competencias socio-afectivas y al adoptar metodologías innovadoras de evaluación clínica, el CMCP no solo renueva su compromiso con la excelencia profesional, sino que se posiciona como referente nacional en el ámbito de la evaluación médica de altas consecuencias. Esta transformación refleja una visión integradora de la cirugía pediátrica: una especialidad que, además de técnica, es profundamente humana.

Referencias bibliográficas


  • 1. Issenberg SB, McGaghie WC, Petrusa E, Gordon DL, Scalese RJ. Features and uses of high-fidelity medical simulations that lead to effective learning: a BEME systematic review. Medical Teacher. 2005;27(1):10-28.
  • 2. Epstein RM. Assessment in medical education. New England Journal of Medicine. 2007;356(4):387-396.
  • 3. Cook DA, Brydges R, Zendejas B, Hamstra SJ, Hatala R. Mastery learning for health professionals using technology-enhanced simulation: a systematic review and meta-analysis. Academic Medicine. 2013;88(8):1178-1186.
  • 4. Brydges R, Hatala R, Zendejas B, Erwin PJ, Cook DA. Linking simulation-based educational assessments and patient-related outcomes: a systematic review and meta-analysis. Academic Medicine. 2015;90(2):246-256.
  • 5. Baile WF, Buckman R, Lenzi R, Glober G, Beale EA, Kudelka AP. SPIKES: A six-step protocol for delivering bad news: application to the patient with cancer. The Oncologist. 2000;5(4):302-311.
  • 6. Ptacek JT, McIntosh J, BR. Tulsky JA. Mastering communication with seriously ill patients: balancing honesty with empathy and hope. Cambridge University Press. 2007.